La combativa postura de unas cuantas mujeres con hijos pequeños está dejando en zozobra a la capital provincial, y poniendo contra las cuerdas a funcionarios provinciales que no saben cómo desactivar los reclamos que se repiten con el correr de los días.
Ahora, de nuevo, está cortado el acceso sur a la capital provincial, sobre la traza de la ruta 11, en inmediaciones al aeropuerto, por un escaso grupo de mujeres que cruzó sus motocicletas sobre la traza de la ruta, impidiendo el paso del tránsito internacional.
El reclamo otra vez es por módulos habitacionales, y la exigencia de la presencia de funcionarios del gobierno provincial y encargados de los programas de vivienda para obtener respuestas a sus reclamos.
Según trascendió, permiten el paso de ambulancias en tanto el tránsito liviano puede acceder a un camino alternativo, pero los grandes camiones, que a esta altura ya forman una fila de varios kilómetros, no pueden pasar.
El gran problema que afronta el gobierno por estos momentos es que, en el hipotético caso que les entreguen módulos a todos los manifestantes que están ahora sobre la ruta, ese mismo hecho, gatillaría la presencia de más familias exigiendo un techo, en las mismas condiciones.
En definitiva, no hay suficiente estructura habitacional para cubrir la alta demanda existente y también se remarca oficialmente que no todos cumplen con ciertos requisitos para ser receptores de los módulos.
El principal escollo, es que no deben figurar en los registros del gobierno como receptores de algún módulo anteriormente, ya que esa situación implicaría que el que tenían, lo vendieron.