FORMOSA VIRAL

En la actualidad, cada legislador provincial le cuesta a los formoseños seis millones de pesos al mes, son unos 72 millones al año, pero incluso si el número fuera correcto, me parece que nos quedamos cortos.

En los papeles, y en el diccionario, los diputados son representantes del pueblo para la creación de leyes que beneficien a la población, pero como en Formosa todo es al revés, la realidad es que son los premiados del gobernador, él y sólo él, elige quién integra en cada elección la lista oficial de diputados y no surge como quieren hacer ver, del Congreso Partidario del justicialismo.

Con tantos años en el poder, la maquinaria oficial aceitó muy bien un mecanismo en el que se garantiza a sí mismos la impunidad, la eliminación sistemática de los poderes del Estado, centrando todo en el Ejecutivo. En Formosa se desdibujó la república y sólo quedan los nombres y las personas, pero son muñecos que no pueden hacer nada sin el permiso del gobernador. Son unos meros títeres.

En lo que sí se destacan los diputados (oficialistas y opositores) es en un discurso muy convincente que busca justificar su diálogo con el pensamiento de quienes los votaron. En el caso del gildismo, deben defender a capa y espada al gobernador, contra todo lo que sea, prensa, opositores, redes sociales, encuestadoras, todo.

El pueblo nada. Siempre fue así, la opinión pública quedó atontada y no se da cuenta que tiene el poder de poner y quitar poderosos.

El reinado absoluto del totalitario mandatario otorga y castiga según sean contrarios u obsecuentes. El poder es tal, que incluso este medio, se encuentra con cierto ahogo financiero y no sabemos cuánto más podremos aguantar.

Repetir los partes de prensa de Agenfor es ver los portales “adheridos” al modelo y que sólo cobran por replicar las noticias oficiales que más parecen una alabanza al titular del Ejecutivo que nota periodística.

Esta propia columna ha calado hondo en el orgullo político de muchos oficialistas, pero no siempre podremos intentar abrir los ojos del gigante dormido, el pueblo.

El Poder Ejecutivo, por norma, tiene prohibido legislar, para eso está la Cámara de Diputados, pero ni siquiera ya disfrazan el trámite, porque la mayoría oficialista aprueba con los ojos cerrados cada proyecto de ley enviado por el gobernador. Podrían haber hecho de cuenta que uno de los diputados oficialistas lo idea y lo presenta, para disimular que baja la orden desde el Ejecutivo, pero ya ni siquiera se gastan en eso, porque la gente no entiende casi nada de civismo, de poderes del Estado, de cuál es el rol de cada uno.

Ya lo dijo Elisa Carrió en Buenos Aires, después del mundial de Qatar, Argentina va a ir en picada. Todos están enloquecidos y anestesiados por el muncial de fútbol, con la ilusión que Messi traerá la copa que falló traer ya en varias ediciones anteriores. Después de eso, del mundial, la economía se estrellará y todos estamos a bordo de ese avión.

Como anticipo, podemos adelantar y pronosticar que si sigue en declive la imagen del gobierno, es probable que el presidente adelante las elecciones, para saber si deja o no el Ejecutivo en diciembre del año que viene. Y si eso ocurre, al perder las elecciones, el resto del año que le quede de mandato va a terminar de hundir la economía para dejarle el camino más difícil al sucesor. Y en todo esto, lo que menos les interesa es qué le va a pasar a la gente.

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