Este año habrá elecciones. Al menos por el momento no han sido suspendidas teniendo en cuenta el panorama sanitario nacional. Pero en plena pandemia y con un tema que ha traspasado todos los órdenes de la vida cotidiana, inevitablemente el tema estrella para sonar en boca de los políticos será la política sanitaria.
Más allá de estar de acuerdo o no con las medidas que ha tomado el gobierno provincial como forma de reacción ante un virus altamente contagioso, es preciso analizar cómo ha actuado la oposición.
Primero, y siendo directos, es importante decir que en gran medida, quienes hoy están en el poder (los peronistas y gildistas) están ahí justamente porque la oposición no ha sido lo suficientemente organizada, responsable y madura para poner candidatos que sean interpretados como una alternativa concreta ante el personalismo de Gildo Insfrán.
Sí, es así, gracias a la oposición, Insfrán está hace tanto tiempo en el poder. ¿Por qué? Porque no han sabido presentar un candidato fuerte y coherente a la sociedad formoseña, y bueno, si no ocurre eso, los votantes votan algo que conocen, y ese es Gildo Insfrán. Probablemente votarían a alguien más, pero ¿A quién? Si la oposición no ha presentado un candidato con suficiente espalda para ponerse frente a Gildo sin que le tiemble la voz.
Es como tener un pitbull y que te ofrezcan en cambio, un fox terrier, un caniche. Si uno va a cambiar el pitbull, que al menos me ofrezcan un doberman, o rotweiler, ahí al menos voy a pensar si cambio lo que ya tengo. Y es con respeto la analogía.
La estrategia política de la oposición ya se puede leer entre líneas en las declaraciones públicas de sus principales referentes. Detectan qué es lo que le molesta a la gente, quiénes están afectados por las medidas sanitarias, y buscan esos votos hablando en discursos acordes con el reclamo de esos sectores disconformes.
Generalmente, son los que por el parate sanitario no están pudiendo trabajar. Entonces, el discurso es “que trabajen, pero con protocolo”. Esa estrategia política, hay que decirlo, es muy pobre.
Es pobre porque no hay ideas, simplemente se remiten a repetir los reclamos de los postergados, para ganar su cariño y eventualmente sus votos este año.
En ese discurso de apoyo, no hay una idea o un proyecto concreto para proponerle al Gobierno. Si la oposición va a reclamar por los cuentapropistas y empleados privados que no pueden trabajar, que al menos ese discurso contenga una propuesta seria y posible de realizar, que se entregue al gobierno para que la evalúe.
Por ejemplo, sería más serio que digan “hay tanta plata”, sacamos de este superávit, y lo invertimos en esto y esto, para esa gente que la está pasando mal.
Es que es algo loco, que una persona esté pasando desesperación y hambre y un político opositor simplemente aparezca y sólo te golpee la espalda diciendo “qué bárbaro, estamos con vos, te apoyamos”, y ahí terminó la ayuda, encima cuando te saludó, ya te sacaron una foto estrechando la mano del político.
Acá lo que falta son ideas, proyectos, propuestas. No alcanza con que un político opositor me diga “me duele que la estés pasando mal”. Basta de palmadas en la espalda. Es hora de construir soluciones inmediatas, realizables, coherentes, para darle algo de alivio a la gente que hoy está sufriendo y que está desesperada por no poder generar el sustento para su familia.
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