Luego de que se perdieran muchos puestos de trabajo por tantos meses de inactividad por la pandemia, Formosa está intentando retomar varias actividades cuidando protocolos sanitarios de uso obligatorio de barbijo y distanciamiento social, entre otros, pero esta nueva normalidad tiene como principal eje la responsabilidad y compromiso de cada uno.
Varios son los rubros que están buscando reflotar ventas y sostener el negocio volviendo a ofrecer productos y servicios, y para ello tanto la provincia como el municipio están habilitando actividades, incrementando las flexibilizaciones, y dándole en definitiva a la gente opciones de ocio y entretenimiento, tanto desde el punto de vista gastronómico como cultural.
Pero pese a todo este esfuerzo, y que estas aperturas se hayan esperado muchos meses, todavía hay quienes ponen en riesgo todo esto porque simplemente no respetan las normas sanitarias mínimas que se exigen para la vida en ámbitos públicos.
Comercios habilitados y trabajando, empleados volviendo a percibir sueldos y premios por ventas, actividades culturales y de entretenimiento, todo es bienvenido en esta nueva normalidad en la cual, hay que adaptarse a los nuevos estándares de vida comunitaria.
Días atrás, se realizó una actividad en el playón de la Municipalidad entre la costanera y las viejas vías férreas, donde mucha gente pudo distenderse, pasear, disfrutar, salir al aire libre y de paso movilizar la economía local con los feriantes que se apostaron en el lugar.
Ni la costanera ni las actividades culturales y religiosas al aire libre que autorizó la provincia, ni los eventos culturales que organiza la municipalidad se podrán disfrutar a pleno si la gente no toma conciencia que debe asumir el compromiso y la responsabilidad de tomar en serio los criterios sanitarios.
Es la misma desidia de algunos lo que pone en riesgo el endeble equilibrio que hoy tenemos en Formosa, y no es culpa de la provincia o de la municipalidad que habilite u organice actividades, pues simplemente han prestado oído a quienes venían pidiendo hace meses estas actividades, sino que es la gente la que debe autorregularse, y obligar en masa a aquellos miembros de la sociedad que insisten en no usar barbijos, en quebrantar el distanciamiento social, que en definitiva, pone en riesgo todo lo logrado hasta el momento.
Que hayan más encuentros en las plazas los fines de semana, en la reserva de biósfera, en los recitales, en los eventos de artesanos, que hayan más playones municipales, y que haya principalmente más responsabilidad de todos nosotros, porque sino, esa rebeldía sin sentido solamente nos va a terminar colocando esas odiosas cadenas de aislamiento que apenas estamos empezando a olvidar.
Visto por 219611 personas