El desembarco del coronavirus en la provincia de Formosa puso en alerta a cada uno de los pobladores en todo el territorio y finalmente causó estupor, conmoción y principalmente, miedo. La información oficial es que la situación está controlada y que se han concretado exitosamente los bloqueos a las personas que tuvieron en menor o mayor medida contacto con la mujer infectada con covid-19 en su viaje y llegada a la provincia.
Si bien desde esferas oficiales intentan llevar calma a la población señalando que todos los involucrados están debidamente aislados y atendidos en centros y lugares especializados, no es menor el tema de que éste, es el primero de posibles muchos casos de desembarco posteriores del coronavirus.
Ahora la meta será evitar que el covid-19 logre circulación comunitaria en territorio formoseño. Si esto ocurre sería el peor escenario, ya que podría descontrolarse la propagación del contagio rápidamente y con consecuencias impensables.
¿HAY CULPAS?
Las medidas que hasta hace muy poco tiempo eran aplaudidas por mucha gente en la provincia rápidamente se volvieron fuertes críticas hacia la decisión del gobierno de traer, desde una zona infestada de covid-19 como lo es Buenos Aires, a una médica para “reforzar el sistema sanitario”.
En lugar de reforzarlo, claramente, se puso a todo el recurso médico y de infraestructura al borde del abismo, colocando en suelo local una de las peores epidemias de la era moderna de que se tenga registro.
Ni siquiera la Gripe Porcina, o la gripe H1N1, causó tanto pánico generalizado y tanta preocupación global como este coronavirus.
Siendo honestos, el virus pudo haber llegado por cualquiera de los formoseños que aguardan turno para ingresar a la provincia y a los que por un montón de motivos legales, no se les puede negar el ingreso a su provincia. Pero ocurrió lo impensado, el coronavirus llegó por invitación del Gobierno de Formosa, al haber convocado a una médica que jamás hubiera pisado suelo formoseño si no era invitada por las autoridades de Formosa.
Mientras se mantenga el sistema de ingreso ordenado y de cuarentena obligatoria de 14 días para quienes arriban a la provincia, el eventual contagio será bastante controlado y se podrá hacer un bloqueo para que no se expanda el virus. El problema es que por todos es conocido el ingreso clandestino permanente de personas en diversos puntos de la geografía provincial, tanto desde el Paraguay, donde hay cientos de paraguayos tentados a venir a Formosa para comprar en cantidad todo tipo de mercaderías ya que la cotización del peso ha hecho valer mucho más a la moneda guaraní, por lo que con la ayuda de “paseros” y depósitos clandestinos en Clorinda, tienen contacto no supervisado en territorio argentino, desde lugares con circulación viral. Por el otro lado, desde Chaco, se repiten informaciones de aborígenes wichí que salen desde localidades de Chaco fronterizas con Formosa, para venir hasta nuestra provincia a “visitar parientes”, también con un altísimo riesgo de ser portadores del covid-19 que está haciendo estragos en muchos lugares de Chaco.
Los antecedentes de otras provincias nos alertan que luego del primer caso, suelen llegar otros más. La aparición de este primer caso positivo ocurre en el peor momento, cuando pronto comenzará la época de bajas temperaturas invernales y además, con un escenario en el que tras la flexibilización de muchas actividades hay más gente en la calle y mucha mayor probabilidad de que ante un eventual contagio, se masifique la problemática.
218146