FORMOSA VIRAL

Formosa parece ir para adelante, pero en varios aspectos va para atrás. El retroceso se ve y se sufre todos los días. Uno de los mayores estandartes del fracaso político y de gestión para con la gente, es el servicio de transporte urbano de pasajeros.

Los formoseños deben esperar una o dos horas que pase el colectivo en la parada. La frecuencia no solo es mala, empeora con la indiferencia municipal que debería controlar a la empresa prestadora del servicio y no lo hace.

La debacle se completa con el desastre de las calles, las que si están pavimentadas están con baches o rotas, y las que son de ripio se vuelven intransitables. De hecho, este último jueves, tras las lluvias de esa madrugada, un colectivo quedó empantanado en una cuneta, quedando fuera de servicio.

Se trató de un micro de la línea 70, en la calle Zanín, del barrio San Antonio. Los internautas plasmaron su enojo en las redes porque encima que demoran una eternidad en la frecuencia, quedan fuera de servicio por calles en mal estado.

COCHES SUCIOS

Otro dato no menor, es que cuando Formosa estaba libre de coronavirus, la empresa Crucero del Sur utilizaba a personas para que limpien los colectivos en las cabeceras de recorrido, pero ahora, que el covid-19 ya está en Formosa, nadie limpia los coches. Están muy sucios y empeora la posibilidad de ser un alto propagador de contagios, en caso de que se dé la circulación viral, que todavía no hay, según datos oficiales.

Los usuarios dicen que con la excusa de la pandemia, las líneas ponen un coche cada dos horas aproximadamente, y empeora los fines de semana.

Además, hay testimonios de usuarios que dicen que muchas veces los colectivos simplemente abandonan el servicio, pasando de largo las paradas llenas de gente, sin que se observe algún inconveniente técnico o mecánico en la unidad, ellos simplemente se van.

DE QUIÉN ES LA CULPA

Aquí hay una culpa compartida, entre el municipio que se desentendió de fiscalizar a la empresa que presta el servicio y la propia empresa, que presta un pésimo servicio, no mantiene en condiciones a las unidades y no sanciona a los choferes que lejos están de ser profesionales, ya que muchos cometen infracciones, maniobras imprudentes, e incluso, es famoso en las redes un chofer que está excedido de peso, y su propio cuerpo le impide girar con libertad el volante para maniobrar el ómnibus.

Por la parte política, la gestión actual municipal se está ocupando más del tema recaudatorio, antes que priorizar la calidad de los servicios que dependen de su ámbito.

Como consecuencia, cientos y cientos de usuarios formoseños padecen día a día un servicio que fue presentado en su momento como el más moderno pero que hoy se hunde en la desidia total y absoluta.

 

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