Sin tener la autorización del Consejo de Emergencia covid-19 que maneja la política sanitaria de Formosa, la Municipalidad de Clorinda autorizó a bares y restaurantes a abrir sus puertas y recibir clientes, publicaron los medios de la segunda ciudad.
Si bien se habló de que atenderán con todas las medidas y protocolos sanitarios vigentes, de todos modos contradicen la orden emanada por la mesa de especialistas que fija la política sanitaria de Formosa.
Más de una vez, los voceros del Consejo remarcaron que las decisiones en política sanitaria las toma el propio gobernador Gildo Insfrán, tras escuchar los consejos de los especialistas.
En este sentido, la rebeldía que muestra Clorinda y su intendente Manuel Celauro puede ser interpretada como una afrenta a la propia gestión de Gildo Insfrán, ambos del mismo signo político.
En las redes sociales se maneja con escepticismo cómo actuará la Policía de Formosa con una situación más que complicada, donde la provincia no autorizó apertura de bares y restaurantes, y la autoridad política municipal sí lo hizo.
Teniendo en cuenta el rango de jerarquía que tiene el responsable político de la Policía, el ministro de Gobierno Jorge González, es probable que la Policía actúe para frenar esta decisión de abrir los locales gastronómicos en pleno bloqueo sanitario vigente a dicha ciudad.
Pero también es cierto que el polemizar con un intendente de su mismo signo político podría traerle mayores dolores de cabeza a la Casa de Gobierno, teniendo en cuenta el estado mediático que adquirió la política sanitaria a nivel nacional.
Es decir, una pelea entre el Consejo Covid y el intendente Manuel Celauro por esta decisión, podría ser contraproducente. De todos modos, tarde o temprano, la desobediencia de Clorinda hacia la capital provincial será abordada de pleno con consecuencias difíciles de aventurar una opinión.