Más de siete años y medio después de la trágica madrugada en el Delta de Tigre, el empresario Pablo Torres Lacal fue condenado este viernes a nueve años de prisión por triple homicidio simple con dolo eventual. La sentencia fue dictada por el Tribunal Oral en lo Criminal 1 de San Isidro. El acusado quedará preso una vez que el fallo quede firme en Casación. No obstante, se ordenó que no podrá abandonar el país ni ausentarse de su domicilio por más de 24 horas sin autorización.
En la noche del 31 de marzo de 2016 en el Delta de Tigre, producto del choque de lanchas en el canal Vinculación del Delta de Tigre, perdieron la vida Manuel Storani, el hijo de 14 años del dirigente radical Federico Storani; la madre del menor Ángeles Bruzzone y Francisco Gotti -un amigo del acusado-.
Pasadas las 13 de este viernes, la lectura del veredicto se recibió bajo una tensa expectativa en la sala grande de audiencias del entrepiso de los Tribunales de San Isidro, con familiares y amigos de ambas partes separados dentro del lugar por un pasillo de un metro. “Se resuelve condenar a Pablo Gabriel Torres Lacal a la pena de nueve años de prisión, accesorias legales y costas del proceso, por encontrarlo autor penalmente responsable del delito de homicidio simple con dolo eventual, ordenando su detención, una vez que el fallo sea confirmado por el Tribunal de Casación de la Provincia de Buenos Aires”, dictaron los jueces Sebastián Urquijo, Alberto Ortolani y Gonzalo Aquino por unanimidad.
El desahogo en el hall del edificio de la calle Ituzaingo 340 fue inmediato y retumbó en la sala. Familiares de los Storani y amigos de Ángeles y Manuel, que no habían podido ingresar al recinto por un tema de capacidad, siguieron el minuto a minuto de la jornada a través de un canal de Youtube de la Suprema Corte provincial. “Se hizo justicia, después de tanto tiempo”, celebraban entre sollozos, abrazos y algunas frases de aliento.
Distintas personalidades se acercaron este mediodía a acompañar el procedimiento de cierre, entre ellos se encontraron el intendente de San Isidro, Gustavo Posse y el fiscal general de San Isidro, John Broyad.
Minutos después de la condena, Fredy Storani, visiblemente emocionado -y acaso aliviado- por la situación, expresó: “Llegué con una mezcla de angustia y expectativa. Pero este tribunal actuó rápido y bien. Peleamos mucho en el marco de las instituciones y el estado de derecho. Muchos casos como estos quedan impunes. Si bien es un alivio, nada me devuelve la vida de Manuel. Cambiaría todo esto por un abrazo”.
“Todo indica que va a estar en la cárcel. La Casación no va a tardar mucho -en expedirse- y la sentencia será de cumplimiento efectivo”, señaló respecto a la situación procesal del imputado, y luego remató: “A veces ganan los buenos”.
A su turno, una de las tres hijas del dirigente radical, Constanza Storani, hermana mayor de Manuel, en diálogo con la prensa comentó: “Nosotros necesitábamos el dolo eventual no por una cuestión de venganza, sino porque sabíamos que la conducta -de Torres Lacal- no había sido de descuido sino de un desprecio absoluto por la vida ajena. Sé que el pasado no se puede cambiar, y sé que yo no puedo evitar que Manu se haya subido a esa lancha, pero también sé que si no le hubiese pasado a él, le hubiera ocurrido a otra persona, porque el tipo este así iba”.